Cuando ChatGPT casi 'arruina' la Navidad... y cómo la salvamos un puñado de humanos.

Un cuento de Navidad IA

Hoy os traigo una historia navideña muy particular que comienza con un encargo de la agencia Cuatrocento y termina con el primer villancico robótico de la Historia de la IA.

La misión: escribir el Christmas de la agencia Cuatrocento

Como copywriter y guionista, mi trabajo ses una intersección entre conocimiento, estrategia y creatividad humana. Pero, ¿qué pasa cuando la Inteligencia Artificial entra en juego? La agencia Cuatrocento me planteó un desafío interesante para el Christmas de 2023: crear un guion en el que ellos (o sea, nosotros, humanos) encargaban el trabajo a ChatGPT... y las cosas no salían precisamente como esperaban.

La idea era jugar con la noción de que a pesar de los avances tecnológicos, hay algo intrínsecamente humano en la Navidad que una IA simplemente no puede entender. Como suele ocurrir en mis proyectos, yo utilizo la IA más como una herramienta de apoyo. Las ideas las saco yo, y de vez en cuando, ChatGPT arroja alguna chispa que prende la llama de la creatividad.

El proceso creativo

Como siempre, primero desarrollé la estructura de la historia y definí el tono del squetch. Comencé dándole rol, contexto, instrucciones y formato, (siempre lo hago sabiendo que luego toca afinar y afinar charlando). Después me sumergí en un diálogo con ChatGPT guiando la conversación como un Director Creativo IA. En medio de nuestra charla me acordé de esos chistes de informáticos que solo ellos entienden y pensé: "¿Y si la IA hace chistes que solo otra IA entendería?".

La idea era hilarante: una IA intentando hacer reír a los humanos con chistes internos del mundo de la inteligencia artificial. Pero no me detuve ahí. Le di un giro más, algo que veréis después del video que la agencia creó a partir de este loco experimento.

Un villancico IA

A partir de la letra del villancico robótico que le pedí a ChatGPT decidí llevar la idea un paso más allá. ¿Por qué no transformar esa letra en música real? Así que acudí a Suno, otra herramienta de IA, esta vez especializada en componer canciones. Le proporcioné la letra, y el resultado fue... bueno, digamos que peculiar.


Reflexiones finales

Esta aventura navideña con ChatGPT y Suno podía haber continuado hasta el infinito con usando distintas herramientas para distintos canales de contacto. Las herramientas de IA son increíbles sí, pero la chispa creativa, el talento y, sobre todo, el corazón humano siguen siendo insustituibles. Las ideas son buenas cuando están alineadas con nuestros objetivos y llevan ese toque personal que solo un ser humano puede dar.

Así que sí, la IA casi 'arruina' la Navidad, pero al final, nos regaló una forma completamente nueva de ver la creatividad y la colaboración entre humanos y máquinas. ¿Las posibilidades? Infinitas, siempre y cuando recordemos vivir y disfrutar la Navidad como los humanos que somos.

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